¡Descubre cómo la música está cambiando el mundo y cómo los eventos están liderando el camino hacia un futuro más sostenible!
¡Imagínate las montañas de plástico que generábamos con 58.000 toneladas al año! Pero, ¿a dónde fue todo eso? La era digital llegó y con ella, la música en streaming.
Pensamos que estábamos salvando el planeta al reducir el plástico en nuestras compras, pero… ¿qué pasa con el impacto ambiental de los servidores de streaming?
Un estudio revela que cada año, ¡entre 200.000 y 350.000 toneladas de gases de efecto invernadero son liberados solo para que disfrutemos de nuestra música favorita! ¿Adiós a nuestra conciencia ecológica por no comprar discos físicos? ¡Parece que sí!
Pero no todo está perdido. La industria musical puede tomar medidas eco-friendly. Por ejemplo, almacenar datos en centros alimentados por energías renovables, ¡como lo hace Spotify con Google Cloud! Servidores más eficientes, ubicados bajo tierra para reducir el consumo de energía, ¡y descarga de tus canciones más escuchadas para completar la misión verde!
¿Y qué hay de los festivales de música? Algunos están cambiando las reglas del juego. Festivales boutique como el SON Estrella Galicia Posidonia ofrecen experiencias íntimas para 300 personas, ¡cuidando cada detalle para minimizar el impacto ambiental! Otros, como el Mallorca Live, están adoptando la economía circular y expandiendo la sostenibilidad más allá de lo ambiental.
¡Y eso no es todo! A menudo pasamos por alto el aspecto alimenticio, pero ¡es crucial! En las auditorías de A Greener Future, se evalúa si los proveedores son locales y si los productos son de temporada. Un ejemplo inspirador es el festival danés NorthSide.
Tras un detallado análisis de su huella de carbono en la edición de 2019, se dieron cuenta de que el impacto de la alimentación era mucho mayor de lo que pensaban. ¿La solución? Convertirse en un festival 100 % vegetariano de un año para otro. ¡Un cambio radical que marca la diferencia!
Estas prácticas ejemplares se recogen en Future Festival Tools, una guía que destaca las mejores iniciativas. En ella, encontramos a DGTL, un festival global comprometido con la circularidad, y Øyafestivalen en Noruega, que se presenta como un laboratorio para la aplicación de tecnologías y acciones sostenibles.
Otras acciones destacadas, son las que hace Coldplay en sus conciertos. Han logrado reducir sus emisiones de carbono en un 47% durante su gira «Music Of The Spheres» en comparación con su gira de 2016-2017. La banda ha implementado medidas sostenibles, como generar electricidad con bicicletas y pistas de baile, usar decorados de bambú y plantar un árbol por cada entrada vendida.
El estudio del MIT confirma estos logros y resalta el uso de energía 100% renovable y vehículos eléctricos por parte de la banda. Coldplay agradece a sus fans por su apoyo en estas iniciativas, ayudando a cargar baterías, reciclando y usando transporte sostenible, demostrando así un compromiso compartido con la sostenibilidad.
En España, el festival Rototom en Benicàssim es un referente en el mundo del reggae, mientras que el Cruïlla en Barcelona se ha convertido en el primer gran festival nacional alimentado al 100 % con energía renovable. Además, destacan los avances en sostenibilidad del Primavera Sound y la decisión de Sonidos Líquidos de no crecer para proteger el delicado entorno de La Geria en Lanzarote, una Reserva de la Biosfera y Espacio Natural Protegido.
